Ayer, antes de ir a dormir, las ideas de lluvia (por cierto, ayer ha sido el primer día del otoño, propiamente dicho, en mi tierra con la llegada de las primeras lluvias), otoño, vida y muerte, tiempo se amalgamaron en mi cabeza, y no pude dejar escapar la ocasión que me brindó esta vez la inspiración para escribir este poema a modo de cuento... (y que me he esforzado en rimar en casi toda su extensión).
Soñé que soñaba con mundos intrépidos
De
cuerdas y acero que templa el coraje.
La gran
maquinaria colmada de rápidos,
Atrapada
y amada por su leso engranaje.
Soñé
que soñaba con mundos argentos
De cielos
de azufre y noches sin lunas.
Mis ojos
de miel entrevieron portentos,
Alientos
de escarcha, las eras en cunas.
Soñé
que soñaba con raíces hendidas
En la
húmeda tierra y ahora mi hogar.
Timbrando
el compás agujas rendidas,
Ondulando
las notas del angosto lugar.
Soñé
que soñaba con tercos universos,
Repletos
de hombres en pos de mentor.
Entre
gélidos vientos danzaban inmersos,
Entre
prados purpúreos acopiaban calor…
Desperté
y aún soñaba con vívidas imágenes,
Ahora
todo chispeaba con prístinas tonalidades:
La
muerte era vida, donde la tierra tornaba yerma,
El tempo, la partitura que inscribía cada
primavera.
Pero un
fuerte dolor me acuciaba, desgarrando la herida,
Hasta
dejarme inconsciente exánimes ecos de realidad:
Infelicidad,
cobardía, tristeza, desasosiego, deslealtad
Tronaban
en mi mente y pugnaban por su felicidad;
Pero
entonces el secreto se reveló delante de mí,
Aunque
siempre había estado ahí, en la corteza,
En sus
anillos concéntricos sin alfa ni omega,
Encerrando
con robustez la fragilidad para sí.
El
misterio de los reversos en sus entrañas,
El
equilibrio, que fue robado, en sus redobles.
Y sólo
quedaba una emisaria,
Una
ofrenda escarlata de paz.
Detenida
ante el dorado carillón,
Ante las
nobles arrugas del Tiempo.
Sus
ojos insondables y profundos,
Reflejando
las costuras del espacio,
Remendadas
con sufrimiento y deleite,
Aventajadas
por tinieblas preñadas de luz.
JUAN M
LOZANO GAGO ©
Todos los derechos reservados
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Mike Oldfield - The Song of the Sun